
Sus comentarios a sus partidarios en el este de México llegaron en respuesta a un artículo del Wall Street Journal publicado el día anterior, que describía una tensa llamada telefónica el mes pasado en la que Trump supuestamente la presionó para que aceptara un papel más importante para el ejército estadounidense en la lucha contra los cárteles de la droga en México.
Dijo: "¿Cómo podemos ayudarles a combatir el narcotráfico? Propongo que las fuerzas armadas de Estados Unidos vengan a ayudarles". ¿Y saben qué le dije? "No, presidente Trump".
Añadió: «La soberanía no se vende. La soberanía se ama y se defiende».
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, James Hewitt, dijo en una declaración más tarde el sábado que Trump ha trabajado estrechamente con el presidente de México "para lograr la frontera suroeste más segura de la historia".
“Sin embargo, las peligrosas organizaciones terroristas extranjeras siguen amenazando nuestra seguridad compartida, y las drogas y la delincuencia que propagan amenazan a las comunidades estadounidenses en todo el país”, afirma el comunicado. “El presidente ha sido clarísimo que México debe redoblar sus esfuerzos para combatir a estas bandas y cárteles, y Estados Unidos está dispuesto a ayudar y ampliar la ya estrecha cooperación entre nuestros dos países”.
La presencia militar estadounidense ha aumentado de forma constante a lo largo de su frontera sur con México en los últimos meses, tras la orden de Trump en enero de aumentar el papel del ejército para frenar el flujo de migrantes.
El Comando Norte de Estados Unidos ha aumentado las tropas y el equipo a la frontera , ha incrementado los vuelos de vigilancia tripulados para monitorear el tráfico de fentanilo a lo largo de la frontera y ha buscado ampliar la autoridad para que las Fuerzas Especiales de Estados Unidos trabajen en estrecha colaboración con las fuerzas mexicanas que realizan operaciones contra los cárteles.
El 19 de febrero, Trump designó como organizaciones terroristas extranjeras a muchas de las pandillas y cárteles que contrabandean drogas a Estados Unidos , restringiendo sus movimientos y otorgando a las fuerzas del orden más recursos para actuar contra ellos.
Pero la postura de línea dura de Sheinbaum el sábado señaló que la presión estadounidense para una intervención militar unilateral la pondría a ella y a Trump en una situación de colisión después de meses de cooperación en inmigración y comercio.
“Podemos trabajar juntos, pero ustedes en su territorio y nosotros en el nuestro”, dijo Sheinbaum.
(Foto AP/Marco Ugarte, Archivo)