
Antes de sus primeras visitas como canciller a Kiev el lunes y a Moscú el martes para reunirse con los presidentes de Ucrania y Rusia, Scholz reiteró sus advertencias a Rusia y siguió defendiendo que se continúen los esfuerzos diplomáticos en varios formatos.
“Nuestro trabajo es asegurarnos de que impedimos una guerra en Europa, que enviamos un mensaje claro a Rusia de que cualquier agresión militar tendría consecuencias que serían muy graves para Rusia y sus perspectivas, y de que estamos unidos con nuestros aliados”, dijo Scholz el viernes a los legisladores en la cámara alta del parlamento alemán.
“Pero al mismo tiempo, eso también incluye utilizar todas las oportunidades para hablar y avanzar”, dijo Scholz.
Rusia ha concentrado más de 100.000 tropas cerca de la frontera ucraniana y realizado una serie de maniobras militares en la región, pero dice que no tiene planes de invadir el país.
Moscú quiere garantías de Occidente de que la OTAN no permitirá que Ucrania y otros países exsoviéticos se suman como miembros y que la alianza detenga sus despliegue de armas en Ucrania y retire sus fuerzas de Europa Oriental. Estados Unidos y la OTAN rechazan de plano esas demandas.

Después de reunirse con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador el miércoles, el enviado estadounidense para el clima John Kerry expresó “preocupaciones considerables” sobre el plan de México para favorecer a su compañía eléctrica estatal y limitar las firmas privadas y extranjeras que han invertido en energía renovable en México.
López Obrador dijo el jueves que con los cambios propuestos “no se afecta en nada al tratado”, pese a que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) contiene cláusulas que prohíben que los países favorezcan sus propias industrias por encima de los competidores extranjeros.
Sin embargo, el mandatario reconoció que las compañías extranjeras han manifestado que el cambio de reglas afectaría la confianza de los inversionistas en el país.
“Que dicen, se está violando el Estado de Derecho, se quiere expropiar la industria eléctrica, no hay garantías para la inversión en México, no tenemos confianza”, indicó López Obrador. “No nos vamos a pelear con el gobierno de los Estados Unidos”.
Las compañías estadounidenses se han quejado enérgicamente sobre las reformas constitucionales propuestas por López Obrador en octubre. Las reformas continúan estancadas en el Congreso mexicano, donde necesitan una mayoría de dos terceras partes para ser aprobadas que el presidente no ha podido conseguir aún.
En un comunicado, la embajada de Estados Unidos aseveró que en las reuniones del miércoles, Kerry hizo mención “de las importantes preocupaciones que la administración Biden-Harris tiene sobre la actual propuesta de reforma energética de México, y el imperativo de impulsar economías abiertas y competitivas, en cumplimiento del T-MEC”.

“Nos provocarán, pero allí quedará porque nosotros no responderemos”, dijo Torres en una conferencia de prensa, y añadió que en los próximos 30 días se presentarán ante el Parlamento con el fin de buscar los votos de respaldo necesarios para continuar en sus cargos, como lo establece la ley.
Antes de asumir su nuevo puesto de presidente del Consejo de Ministros, Torres fue ministro de Justicia durante los últimos seis meses. Se ha mostrado partidario de enviar a una cárcel común al expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), condenado a 25 años de prisión y actualmente recluido en una cárcel especial construida para él. Es el padre de la excandidata presidencial Keiko Fujimori, una de las principales opositoras al gobierno.
El centrista Partido Morado dijo más temprano que no respaldará al nuevo gabinete porque Castillo persiste en “el error de designar a personas no idóneas, sin considerar la meritocracia, para dirigir los destinos del país”.

Tres años después de autoproclamarse líder legítimo de Venezuela, Juan Guaidó, sus aliados opositores respaldados por Estados Unidos y otros adversarios del presidente Nicolás Maduro se reunirán esta semana en la capital, Caracas, para trabajar en una estrategia de gran alcance mientras se preparan para unas elecciones presidenciales que esperan que puedan celebrarse antes de 2024, para cuando están previstas.
El objetivo es considerar la forma de incorporar no sólo a los partidos políticos que constituyen la alternativa democrática, sino también a los antiguos chavistas, explicó Guaidó durante una entrevista con The Associated Press el jueves, empleando el término que define el movimiento político iniciado por Chávez, quien falleció en 2013.
Guaidó ganó relevancia internacional en 2019 tras declarar ilegítima la presidencia de Maduro y autoproclamarse presidente interino, estableciendo un gobierno paralelo. Fue reconocido por docenas de países, incluyendo Estados Unidos, y lideró multitudinarias protestas en Caracas.
Pero el entusiasmo y el apoyo de hace tres años ha disminuido tanto dentro como fuera del país, en parte porque la pandemia ha impedido que la gente se organice y proteste, además de por la sensación de que la promesa de la oposición de acabar con el chavismo sigue siendo dificil de cumplir.
Los candidatos de la oposición fueron los más votados en las elecciones regionales de noviembre. Pero la incapacidad para unirse tras candidatos de consenso hizo que se dividiese el voto contra Maduro y permitió que su Partido Socialista Unido ganase más de 200 de las 322 municipalías en juego y la mayoría de las gobernaciones.

En 2019 Áñez fungía como senadora y se proclamó presidenta interina después de la crisis que detonó un estallido social con 37 muertos y precipitó la renuncia del entonces mandatario Evo Morales (2006-2019) tras unos comicios denunciados como fraudulentos.
Once meses después, Áñez llamó a nuevas elecciones que fueron ganadas por el heredero político de Morales, Luis Arce, cuyo gobierno impulsa juicios contra opositores a los que acusan de haber llevado a cabo un “golpe de Estado”.
“Estoy desesperada de ver un país sin justicia ni ley. Que la comunidad internacional entienda que la justicia es de Evo Morales y Luis Arce. Estoy enferma, pero mis últimas fuerzas serán para demostrar que estos hombres, machos del poder, no podrán ocultar de la historia el fraude que cometieron”, expresó Áñez mediante una carta que leyó a los medios su hija Carolina Ribera.
Ribera aseguró que la medida de su madre será hasta las “últimas consecuencias”. “Dios quiera que las autoridades, tanto de justicia como el gobierno, se pongan una mano al pecho y vean que primero hay que priorizar la vida de una mujer, de una madre, dejando a un lado la política y la venganza”, agregó.
Áñez, de 54 años, tiene otros cuatro procesos, entre ellos, por sedición y terrorismo. Otro de esos procesos es por dos masacres perpetradas por las fuerzas del orden en las que murieron 20 seguidores de Morales.