
El divertido comediante estadounidense de barba poblada es una extraña elección para ser el maestro de ceremonias de este proyecto que debuta el viernes en el servicio de streaming Disney+, desequilibrando todo, incluso el título, “Bono & The Edge: A Sort of Homecoming, with Dave Letterman”.
El director Morgan Neville hace un trabajo fabuloso al utilizar nuevas entrevistas e incluir ideas brillantes del músico Glen Hansard y el productor Jimmy Iovine, combinándolas con actuaciones antiguas mientras explora los orígenes de la banda, la creación de sus canciones, los altibajos. Pero no se sabe si se trata de un programa de viajes o de un documental musical, y ninguno de los dos funciona bien.
La columna vertebral de la película es un concierto de Bono y The Edge en el Ambassador Theatre de Dublín, Irlanda, donde revelan algunas de las nuevas vesiones simplificadas y modificadas de su catálogo para el nuevo álbum acústico “Songs of Surrender”, que incluye canciones como “Vertigo”, “Bad” y “One”.
Pero Letterman no solo distrae, se interpone en el camino. Lo vemos deambular por Dublín de compras con su sentido del humor extraño y despistado, como si el programa fuera sobre él. “Estoy interesado en una rueda de queso. Nunca he comprado una rueda de queso”, dice.

Un comunicado del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados señala que aquellos que usaron los listones el domingo lo hicieron para “enviar un poderoso mensaje visual sobre que todos tienen derecho a buscar seguridad, sin importar quiénes sean, dónde estén o cuándo lo hagan”.
Los listones fueron hechos por Knotty Tie Co., que según la agencia proporciona empleo, capacitación y educación a refugiados reubicados en la zona de Denver.
“En muchas de las películas nominadas en festivales y ceremonias de premiación de esta temporada, los temas humanos de conflicto, separación y pérdida están presentes”, dijo la agencia en el comunicado, mencionando películas como “Avatar: The Way of Water” (“Avatar: El camino del agua”) y “Marcel the Shell with Shoes On”.
“A través de una narración efectiva, estas películas ayudan a eliminar la discriminación y malentendidos, ofrecen nuevas perspectivas y ayudan a generar compasión por las personas obligadas emigrar”, continúa el comunicado.
El número de personas desplazadas en el mundo suma 103 millones, una cifra aumentada por factores mayores como la guerra de Rusia en Ucrania, otros conflictos y el cambio climático.
El ganador del premio a mejor actor de reparto Ke Huy Quan, quien nació en Vietnam, hizo referencia a su propia historia como refugiado durante su discurso de aceptación.

La pegajosa y bailable canción del éxito de taquilla en idioma telugu “RRR” es la primera de una película india en ganar el Oscar y ha encantado al público internacional con su ritmo y coreografía enérgicos.
Pero ese no fue el único premio de la noche para el país, el cortometraje documental “The Elephant Whisperers” (“Nuestro bebé elefante”) se llevó el Oscar en la ceremonia del domingo, dando el primer triunfo a una producción india. El corto, que se encuentra disponible en Netflix, cuenta la historia de una pareja en el sur de India que se dedica a cuidar de un elefante huérfano y explora el vínculo entre humanos y animales.
La frase “Felicidades India” se volvió tendencia en Twitter después de que “Naatu Naatu” de M.M. Keeravani y Chandrabose triunfó por encima de artistas como Rihanna y Lady Gaga en la categoría de mejor canción original.
En la ciudad sureña de Hyderabad, donde el idioma predominante es el telugu, había personas eufóricas por el triunfo de la canción. “Es una sensación increíble. Finalmente, una película en telugu lo logró y ganamos un Oscar”, se regocijó Venkata Ramanna, un ingeniero de software, quien describió la victoria como “emocionante”.
Celebridades indias y políticos, jugadores de cricket y ciudadanos por igual recurrieron a las redes sociales para celebrar a los ganadores.

Esa fue la idea detrás de “Songs of Surrender”, que se lanzará esta semana. El cuarteto de U2, cuyos integrantes tienen entre 61 y 62 años, revisan material compuesto en algunos casos cuando apenas eran unos adolescentes de Dublín.
Especialmente en esos días, las canciones de U2 se escribieron pensando en conciertos. The Edge dijo a The Associated Press en una entrevista que U2 quería llamar la atención de las personas que verían a la banda por primera vez, tal vez en un festival o como teloneros.
“Hay una especie de aspecto de gladiador en las presentaciones en vivo cuando estás en esa situación”, dijo. “El material tiene que ser bastante audaz e incluso estridente a veces. Con esta reinvención, pensamos que sería divertido ver la intimidad como un nuevo enfoque, que la intimidad sería el nuevo punk rock, por así decirlo”.
The Edge fue la fuerza impulsora detrás de “Songs of Surrender”, al aprovechar el tiempo de inactividad por la pandemia para grabar gran parte de la música en casa.
La guitarra eléctrica de The Edge y la voz de Bono son el distintivo musical de U2, por lo que es un poco irónico que esa guitarra no sea la característica más inmediatamente perceptible de las nuevas versiones. The Edge trabajó, en cambio, con teclados, guitarra acústica y el dulcémele, un instrumento de cuerdas de percusión.
El proceso comenzó sin un mapa fijo o la obligación de terminarlo si no funcionaba.

Las estrellas se muestran alegres ante las cámaras durante la transmisión de televisión (después de todo, son actores), pero la mayoría de las veces parece que casi todos prefieren simplemente hablar con sus compañeros artistas en la sala.
Los descansos pueden durar una eternidad para las personas que ven los Oscar en casa, pero en el Dolby, nunca son lo suficientemente largos, ya que las estrellas en el piso principal terminan abruptamente las conversaciones y se apresuran a tomar su asiento nuevamente.
El comienzo de la gala siempre es precipitado, pues el equipo de seguridad, los organizadores y un anunciante que suena por todo el teatro intentan convencer a los asistentes de que se sienten a tiempo para el comienzo de la transmisión en vivo.
Algunos apenas logran entrar, como el astro nacido en Chile de “The Last of Us” y “The Mandalorian” Pedro Pascal, cuyo manejador suplicó que le dieran acceso para su aparición durante el monólogo inicial del presentador Jimmy Kimmel, mientras que otros, como Elizabeth Banks, definitivamente se quedan fuera. A Banks la condujeron a la sala durante el primer receso y pasó junto al actor de reparto nominado Brian Tyree Henry, quien se había acercado a Cate Blanchett unas filas más adelante.
Unos minutos más tarde, Henry fue uno de los primeros en ponerse de pie para ovacionar a Ke Huy Quan, quien ganó en la categoría de mejor actor de reparto en la que ambos competían, mientras la coprotagonista de Quan, Michelle Yeoh, se secaba una lágrima de la primera fila. Una persona incluso se puso de pie para el final del discurso de Quan: el actor nacido en Costa Rica Harry Shum Jr.