
El mundo está inmerso en una crisis energética, un agresivo ajuste sobre algunos de los mercados más importantes de gas natural, petróleo y otros combustibles que mantienen en marcha la economía global y prenden las luces y el calor de los hogares.
Con el invierno a la vuelta de la esquina, eso ha supuesto facturas más altas de suministros, productos más caros y una creciente preocupación sobre cómo se recuperarán de la pandemia del COVID-19 China y Europa, regiones con una alta demanda energética.
El mayor ajuste afecta al gas natural en Europa, que importa el 90% de su suministro -principalmente de Rusia- y donde los precios han subido cinco veces respecto al precio de principios de año, de 19 a 95 euros por megavatio-hora.
Ha golpeado con dureza a la cadena alimentaria en Italia, donde se espera que los precios del metano se multipliquen por seis, impulsando el coste del grano. Eso terminaría subiendo el precio del pan y la pasta en los supermercados, aunque los pasillos de la carne y los lácteos son más vulnerables porque los productores de lácteos y ternera se ven obligados a pagar más para alimentar a sus animales y trasladan esa subida del coste a los clientes.
“Desde octubre empezamos a sufrir mucho”, dijo Valentino Miotto, de la asociación AIRES, que representa al sector del grano.

El grupo fue capturado por banda 400 Mawozo, que controla la zona de Croix-des-Bouquets, al este de la capital, Puerto Príncipe, según dijo el domingo a The Associated Press el inspector de policía Frantz Champagne. El secuestro ocurrió el sábado en la comunidad de Ganthier, dentro de la zona de influencia de la banda.
A esa pandilla se le atribuyó también el secuestro de cinco sacerdotes y dos monjas hace unos meses en Haití.
Mientras las autoridades trataban de liberar a los 16 estadounidenses y un canadiense del grupo de Ohio Christian Aid Ministries, sindicatos locales y otras organizaciones tenían previsto hacer huelga el lunes en protesta por el deterioro de la seguridad en Haití.
El país más pobre del Hemisferio Oeste vuelve a sufrir un aumento de los secuestros de pandillas, que habían remitido en los últimos meses tras el asesinato del presidente, Jovenel Moïse, en su residencia privada el 7 de julio y un terremoto de magnitud 7,2 que mató a más de 2.200 personas en agosto.

Pero García, de 88 años, sigue esperando. Contrajo el virus el mes pasado y sus esperanzas de superviviencia están puestas ahora en la gran cantidad de medicamentos y en la atención domiciliaria que está recibiendo.
Millones de personas en países en desarrollo desde Latinoamérica a Oriente Medio esperan también más dosis de Sputnik V luego de que los problemas de fabricación y otros contratiempos hayan creado parones enormes en las campañas de inmunización. Una empresa estimó que Rusia ha exportado solo el 4,8% de las cerca de 1.000 millones de dosis que prometió.
El director del fondo ruso controlado por el estado que invirtió en la vacuna insistió el miércoles en que los problemas de suministro se han resuelto.
Venezuela, que decretó el uso de la Sputnik para mayores de 50 años, ordenó 10 millones de dosis en diciembre de 2020, pero ha recibido poco menos de 4 millones. El primer envío a Argentina, el primero del hemisferio occidental en administrar la fórmula rusa, llegó el 25 de diciembre, pero sigue esperando gran parte de los 20 millones de dosis que compró.

Desde un hotel de la Ciudad de México, el jefe de la delegación de la oposición, Gerardo Blyde, dijo a la prensa que “estos retrasos no ayudan”. La cuarta sesión del proceso —que comenzó en septiembre en México— estaba prevista a desarrollarse del 17 al 20 de octubre.
“Ninguna persona es más importante que todo el pueblo venezolano”, dijo Blyde al leer un comunicado de la llamada “Plataforma Unitaria de Venezuela”, en clara alusión a la decisión que tomó la delegación oficialista de no viajar a México en protesta por la extradición el sábado de Saab, quien estaba detenido en Cabo Verde.
El empresario de origen colombiano, a quien el gobierno de Maduro identifica como su representante diplomático y delegado en los diálogos, fue arrestado en el país africano en junio del 2020 al hacer una escala cuando se dirigía a Irán para cumplir con una misión humanitaria que le brindaba inmunidad, según sostienen las autoridades venezolanas.
Saab, de 49 años, será procesado por lavado de dinero en una corte federal de Florida. Ha sido vinculado a un presunto plan de sobornos por más de 350 millones de dólares de un proyecto de vivienda de interés social del gobierno venezolano. Los fiscales estadounidenses lo acusan de amasar una fortuna a través de negocios a nombre del gobierno de Maduro.

Los dos terremotos fueron los más potentes registrados en La Palma, en el archipiélago de Islas Canarias, al noroeste de África, desde el inicio de la erupción el pasado 19 de septiembre, explicó el Instituto Geográfico Nacional.
La lava que avanza ladera abajo hacia el Océano Atlántico obligó a evacuar a más de 300 personas más el jueves por la noche, elevando a 1.200 el número de residentes que han tenido que abandonar sus casas desde el pasado martes, y a cerca de 7.000 desde el inicio de la erupción, dijo el gobierno de La Palma.
Por el momento, en la isla de 85.000 habitantes no se han reportado víctimas de la erupción. La mayor parte del territorio, que vive del turismo y la agricultura, no se ha visto afectado.
Las dos coladas principales seguían fluyendo desde la cordillera Cumbre Vieja el viernes. La primera se ha ralentizado hasta quedar prácticamente parada, pero la otra, con una gran cantidad de magma, ha obligado a las autoridades a estar alerta ante posibles nuevas evacuaciones.
El Instituto Volcanológico de Canarias comparó una de las coladas con un tsunami de lava que avanza ladera abajo.
El volcán ha arrojado al mar sedimentos que anteriores a la formación de la isla hace dos millones de años, dijo Vicente Soler, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
La lava ha destruido total o parcialmente más de 1.500 edificaciones, la mayoría de ellas viviendas, y ha cubierto más de 680 hectáreas (1.680 acres), según una agencia de monitoreo por satélite de la Unión Europea.