
La marcha de cientos de personas fue convocada por el Frente Unitario de los Trabajadores, cuyo presidente Ángel Sánchez, aseveró que la propuesta busca un código laboral “que sea ágil, dinámico eficaz y que cumpla hoy por hoy no tiene el código de trabajo actual”, en vigencia desde 1938. Añadió que el documento “tiene que proporcionar seguridad jurídica a los empleadores, pero también garantizar los derechos laborales y la estabilidad a los trabajadores. Estamos pidiendo que el trabajo sea considerado un derecho social. Que no se precarice el trabajo y más que todo se cumpla con los convenios internacionales”.
En medio de la demostración se escucharon reiterados gritos en contra de la elevación mensual de los precios de los combustibles.
En horas de la mañana, simpatizantes de Lasso se congregaron frente al Palacio de Gobierno, en el centro histórico de Quito, donde con música, cánticos, gritos, banderas, pancartas y el ensordecedor ruido de vuvuzelas expresaron su apoyo al gobierno, que empezó a fines de mayo.

El presidente surcoreano Moon Jae-in, que observó el lanzamiento in situ, calificó el ensayo de “logro excelente” que permite al país dar un paso más en su programa de lanzamiento de satélites.
Un video en vivo mostró al cohete de 47 metros (154 pies) elevándose en el aire mientras salían brillantes llamas amarillas de sus motores luego del lanzamiento en el Centro Espacial Naro, el único del país, situado en una pequeña isla frente a su costa austral.
La ministra de Ciencias, Lim Hye-sook, dijo que las etapas primera y segunda del cohete se separaron correctamente y que la tercera lanzó la carga —un bloque de acero y aluminio de 1,5 toneladas— a 700 kilómetros (435 millas) de altura sobre la Tierra.
Sin embargo, según los datos del lanzamiento, dijo que la tercera etapa se quemó anticipadamente después de 475 segundos, unos 50 segundos antes de lo previsto y no le dio a la carga velocidad suficiente para estabilizarla en órbita.

Un funcionario federal, quien discutió el caso bajo la condición de no ser identificado, confirmó la noche del martes a The Associated Press la detención de Granda, aunque evitó dar más detalles.
Sin embargo, poco después, el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, señaló en su cuenta de Twitter que el arresto de Granda se dio a raíz de una circular roja emitida por Paraguay por los delitos de secuestro, asociación criminal y homicidio. El funcionario no mencionó que la detención ocurriera en México y añadió que Interpol Colombia no puede modificar o cancelar las solicitudes de otros países.
La justicia paraguaya ha sostenido que Granda es cómplice del secuestro y asesinato de Cecilia Cubas, hija del expresidente paraguayo, Raúl Cubas, en 2005. De hecho, en 2006 la Fiscalía de ese país solicitó la detención y extradición del hoy excomandante guerrillero.
Carlos Antonio Lozada, senador por el partido fundado por la extinta guerrilla, informó inicialmente que Granda había sido detenido en México pese a que tenía autorización de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) colombiana.
Por ser un compareciente y firmante del acuerdo de paz con el gobierno, el permiso fue otorgado por la JEP, tribunal encargado de juzgar los hechos del conflicto en Colombia, según consta en un auto firmado por el tribunal y divulgado a la prensa el martes.

En su evaluación semanal global sobre la pandemia, publicada el martes en la noche, la agencia de salud de Naciones Unidas explicó que en la última semana se reportaron alrededor de 2,7 millones de nuevos contagios de COVID-19 y más de 46.000 muertes, datos similares a los de la semana previa. Gran Bretaña, Rusia y Turquía fueron las naciones más afectadas.
El mayor descenso en las infecciones se reportó en África y el Pacífico Occidental, donde bajaron en alrededor de un 18 y un 16%, respectivamente. Las muertes por el virus en África también disminuyeron en torno a cuarto, a pesar de la notable escasez de vacunas en el continente. Otras regiones como América y Oriente Medio reportaron datos similares a los de los siete días anteriores, explicó la OMS.
Pero por tercera semana consecutiva, los casos han repuntado en Europa, con cerca de 1,3 millones de nuevos contagiados. Más de la mitad de los países de la región reportaron un aumento de la incidencia de la pandemia, señaló la agencia.
En la última semana, Rusia ha batido casi a diario su récord para decesos y nuevas infecciones, mientras que en Gran Bretaña los nuevos casos se han disparados a niveles no vistos desde mediados de julio.
Aunque el máximo responsable del Servicio de Salud británico ha instado al gobierno a endurecer de nuevo los protocolos contra el COVID-19, incluyendo el uso de mascarilla y la rápida vacunación de los menores, los políticos no han cedido a la demanda.
En Rusia, las autoridades han tenido problemas para inmunizar a la población. Solo cerca del 32% de los rusos se han vacunado a pesar de contar con la fórmula rusa, Sputnik V. El país tiene, de lejos, el mayor número de muertos por la pandemia en Europa con más de 225.000 decesos.

El informe de la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés) y otras agencias, publicado antes de la conferencia del clima de Naciones Unidas que empezará el 31 de octubre en Escocia, es un sombrío recordatorio de que los 1.300 millones de habitantes de África siguen siendo “extremadamente vulnerables” a medida que aumenta la temperatura del continente, a un ritmo más rápido, que la media mundial. Pero los 54 países de la región son responsables de menos del 4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
El nuevo reporte se centra en el retroceso de los glaciares del Monte Kilimanjaro, el Monte Kenia, y las Montañas Rwenzori, en Uganda, como símbolo de los rápidos y generalizados cambios que están por venir. “Sus tasas de retroceso actuales están por encima de la media global. Si esto continúa, habrá una desglaciación total en la década de 2040”, apuntó el informe.
Los desplazamientos masivos, el hambre y los crecientes fenómenos climáticos como sequías o inundaciones son parte del futuro, aunque la falta de datos climáticos en algunas partes del continente “está teniendo un enorme impacto” en los avisos de desastres para millones de personas, afirmó el secretario general de la WMO, Petteri Taalas, en la presentación el martes.