
En medio de un repunte de contagios en el país, los padres de familia de la escuela Jancohaqui Tana, al oeste de La Paz, decidieron junto con autoridades indígenas que la gestión educativa 2021 sea presencial y mandaron confeccionar pequeños trajes de bioseguridad mientras que en la mayor parte de Bolivia optaron por las clases a distancia.
La escuela, que está a las afueras de Jesús de Machaca, una localidad de agricultores y productores de leche, es multisectorial, es decir, recibe a todos los niños de diferentes grados y un profesor les imparte clases en la misma aula.
“A mi hijo le mando para que aprenda. Siempre con cuidado para que no se contagie. Aquí vivimos lejos, tampoco salíamos a la ciudad para no contagiarnos”, dijo a The Associated Press Sonia Huanca, de 48 años y madre de un estudiante.
El año pasado se interrumpió el ciclo escolar porque el Estado no pudo garantizar las sesiones virtuales debido a una desigualdad sobre el acceso al internet y aparatos tecnológicos. La gestión 2021 inició el lunes en medio de tropiezos por los mismos problemas, aunque con el gobierno de Luis Arce se dispuso que las actividades sean presenciales, semipresenciales o a través de Internet, según la situación epidemiológica de cada región.

Cientos de cocineros, camareros y otros trabajadores de restaurantes se reunieron en el Monumento a la Revolución de la Ciudad de México vestidos con sus uniformes, golpeando cazuelas y coreando: “¡Abrimos o morimos!”
La capital del país sólo permite el servicio de restaurantes para llevar y comedor al aire libre en aquellos que tengan espacio disponible. Pero los empleados señalan que les es insuficiente para mantenerse.
Los hospitales de la Ciudad de México tienen más del 80% de sus camas ocupadas y muchos pacientes fallecen porque los conductores de ambulancias dicen que tardan horas en encontrarles una disponible. Muchas familias están tratando a sus parientes enfermos en casa.
El Instituto Mexicano del Seguro Social anunció el jueves que está investigando un perturbador video que supuestamente muestra a un hombre muriendo fuera de las puertas de vidrio cerradas de un hospital esta semana mientras sus familiares ruegan en vano al personal del centro que le ayuden.

“Queremos hacerle el llamado a la comunidad internacional para que nos ayude a movilizar recursos y vacunas para atender esta población”, dijo Duque en una rueda de prensa el miércoles.
Según el mandatario, los recursos que recibe Colombia para la atención de migrantes y refugiados venezolanos son insuficientes, pese a ser el país que alberga mayor cantidad en el mundo.
“Cuando miramos la crisis siria, el aporte de la comunidad internacional por migrante es de 2.000 dólares, (en cambio) el aporte de la crisis migratoria de Venezuela -que supera la siria- no llega a 200 dólares por migrante”, añadió Duque.
En Colombia hay 1,7 millones de migrantes venezolanos y de éstos sólo 762.000 tienen estatus migratorio legal, dejando el saldo de un millón de personas indocumentadas, según datos oficiales.
“Se prevé que a medida en que la situación en salud pública en Venezuela se complique va haber un crecimiento importante de desplazamiento de población migrante hacia Colombia”, indicó a The Associated Press Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario.

Lokman Slim, de 58 años, activista político e investigador chiíta, desapareció el miércoles por la noche y su familia publicó mensajes en las redes sociales. Visitaba a unos amigos en una aldea del sur y se esperaba su regreso a Beirut el mismo día.
Las fuerzas de seguridad hallaron el auto de Slim en un camino rural cerca de la aldea de Addoussieh, en el sur del país.
Un forense en el lugar dijo que Slim presentaba cuatro heridas de bala en el pecho, la cabeza y el cuello y que la muerte había sido instantánea. El asiento del pasajero del auto rentado estaba manchado de sangre.
Un agente de seguridad en la escena dijo que no se encontraron el documento de identidad, el teléfono y el revólver de Slim. Los agentes hablaron bajo la condición reglamentaria de anonimato.

Esto es una buena noticia para una vacuna que cada vez tiene mayor demanda entre países desesperados por frenar la propagación del coronavirus y la devastación económica que ha provocado.
Los investigadores dijeron que, con base en un ensayo realizado durante el otoño que involucró a unas 20.000 personas en Rusia, la vacuna tiene una efectividad del 91% y parece evitar que los individuos inoculados se enfermen de gravedad con el COVID-19. Pero de momento no está claro si la Sputnik V puede frenar la transmisión del virus.
Científicos ajenos a la investigación reconocieron que la rapidez con la que se fabricó y distribuyó la vacuna había suscitado críticas por la “inusual prisa, atajos y ausencia de transparencia” del esfuerzo ruso.
“Pero el resultado está claro”, expresaron los científicos británicos Ian Jones y Polly Roy en un artículo que acompaña al estudio. “Tenemos otra vacuna que puede sumarse a la batalla para reducir la incidencia del COVID-19”.